viernes, 4 de junio de 2010

Los resultados electorales en Bogotá

Después de esta semana, en la que me sentí francamente preocupada – e incluso triste- por los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, empecé a preguntarme por las razones que tienen los ciudadanos para decidir en uno u otro sentido su voto…. Todavía sigo buscándole sentido a la cosa, en medio de la depresión postelectoral.


Bogotá es un reflejo de lo que pasó en el país… ¿Y que nos pasó? Según el diario El Tiempo (en nota publicada el día de hoy), el candidato Santos ganó en 16 de las 20 localidades de Bogotá, logrando que el mapa electoral de la ciudad también fuera naranja.


En Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Kennedy, las localidades donde se está adelantando ‘Jóvenes por la Democracia y la Transparencia’ ganó el candidato de la U con 95.872, 61.327 y 129.524 votos respectivamente. En la localidad de Rafael Uribe Uribe, donde -al igual que en Ciudad Bolívar- se presentaron casos de ejecuciones extrajudiciales (falsos positivos), Santos obtuvo 61.598, superando -en todos los casos- de lejos a los demás candidatos. Por su parte en el municipio de Soacha, aledaño a Bogotá y tristemente célebre por hacer destapado el escándalo de los ‘falsos positivos’, también se apoyó masivamente al candidato de la U, quien para la época de los escándalos, dirigía la cartera del Ministerio de Defensa.


Esta situación me hace insistir en la pregunta ¿Qué nos pasó? Estas localidades, que cuentan con altos índices de pobreza y que son grandes receptoras de población desplazada catapultaron al candidato del gobierno a obtener el 40,34% de los votos de la ciudad…


Podemos echarle la culpa de los resultados al actual gobierno de la ciudad, que en una serie de desaciertos y dando muestras de una pésima capacidad de gestión, ha logrado ‘borrar con el codo’ lo que las ultimas administraciones habían ‘hecho con la mano’, aunque la U haga parte de la coalición de gobierno en la ciudad…. También podríamos culpar a las maquinarias políticas, o a que el discurso de la seguridad democrática sigua el tema mas importante para muchos ciudadanos, en fin.


Sin embargo creo que en el fondo los ciudadanos no nos hemos preguntado por el tipo de país que queremos, ni por los valores que quisiéramos que preponderaran en nuestra sociedad. Creo que hemos postergado lo importante, por creer que estamos resolviendo lo urgente…


Lamento no expresar un poco de optimismo ante el futuro inmediato… Sin embargo, guardo la esperanza de que situaciones como estas nos abran más oportunidades para que una vez empecemos a reflexionar sobre lo fundamental –y ojalá sea más temprano que tarde-, tengamos la suficiente fuerza para actuar y exigir que en Colombia tengamos una democracia sólida y transparente….



Marcela Martínez

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