Prepararse para exigir.

Ahora que los jóvenes son los protagonistas de las movilizaciones más visibles durante esta contienda electoral, se está marcando un precedente del que muy pocos estaban conscientes: el poder de organización e interés de los jóvenes por incidir en la escena política.

Sin embargo más allá de convocar, de ponerse una camiseta, una manilla y construir un discurso en torno al candidato de preferencia; a nivel local y desde un tiempo para acá los jóvenes están participando en escenarios que han planteado retos que son necesarios identificar para planear alternativas de solución. Por eso en estos espacios, donde convergen organizaciones de jóvenes de las localidades, se hace un ejercicio juicioso para articular el trabajo que signifique un avance real en la implementación de la política pública de juventud.

Lo anterior puso en alerta a los mismos jóvenes quienes han estado involucrados en estos procesos locales pero que, en ocasiones, sienten que no cuentan con el conocimiento suficiente para argumentar sobre la norma y, desde luego, la forma en que se deberían abordar las dificultades que se han identificado desde la política pública de de juventud.

Personalmente admiro el trabajo que llevan los jóvenes de las localidades donde he tenido la oportunidad de estar (Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Kennedy), pero también quisiera advertir que no basta con dejar esas discusiones en el tintero como dice la expresión. Por el contrario: hay que prepararse para exigir. Prepararse para que no nos metan una y otra vez goles, para que no nos utilicen y luego ser ignorados, para no caer en el estigma de que los jóvenes somos apáticos a la política o que representamos un peligro para la seguridad. Lo que se debe hacer es armarse de argumentos, de herramientas que reflejen el trabajo de varios años para contrarrestar la voluntad de unos pocos, quienes sin conocer deciden sobre lo que a su juicio nos conviene o no al respecto. Lo anterior se consigue informándose, preparándose y aprovechando los espacios donde los jóvenes tenemos representación en lo local, distrital, nacional e internacional.

Carolina Villanueva