Colombia se encuentra en este momento beneficiada con un bono demográfico, que en pocas palabras es un momento en que la población joven o activa (mayores de 15 y menores de 60) es mayor que la población inactiva. Esto se traduce en que la fuerza productiva del país se encuentra en un momento histórico que debe ser aprovechado, no sólo en lo económico, sino en otras áreas como el desarrollo tecnológico, el establecimiento de programas sociales y la generación de tejido social. Este bono, sin embargo, es un arma de doble filo ya que significa que en unos años el grueso de esta población va a pasar a estar inactiva y si dicho tránsito no se tiene en cuenta puede convertirse en una bomba de tiempo que seguramente estallará relacionada a los temas pensional y de salud.
Por otro lado, este bono también puede convertirse en un problema en el hoy y ahora. La mayoría de población incluida en ese bono se considera joven, 14-26 años según la ley 375 de 1997, lo cual hace que exista una serie de desventajas coyunturales para las cuales no estábamos preparados y que ameritan una renovación de la Política Pública de Juventud (PPJ). Ésta debe ser integral y debe tener en cuenta las trayectorias vitales de la población joven en Colombia; al no todos compartir las mismas problemáticas, las soluciones deben ser diferenenciales y aplicables los distintos tipos de juventudes existentes en Colombia. A pesar de lo anterior, es posible hacer una lista de problemáticas más o menos compartidas por los jóvenes en general y que deben ser tomadas en cuenta como base de una nueva PPJ.
1.La inclusión social. La juventud colombiana tiene derecho a ser escuchada por los distintos actores de la sociedad en su calidad de ciudadanos. Es increíble ver como en muchas partes del país la juventud es etiquetada como inmadura, lo que le hace perder protagonismo a la hora de defender sus posiciones sobre temas trascendentales en sus vidas. Acá cabe una crítica al Estatuto de la juventud que cursa en el Congreso, las formas de organización de los jóvenes y la participación que ellos buscan en la sociedad son tan variadas que no pueden resumirse a consejos locales, departamentales y nacionales de juventud, que no tienen poder de decisión y que terminan siendo espacios formales no priorizados por los jóvenes.
2.Educación de calidad. Los jóvenes merecen entrar a sistemas educativos que les permitan construir un mejor futuro. El país ha avanzado en la cobertura de educación primaria y secundaria, pero se ha dejado de lado la calidad de ésta la cual debe asegurarse rápidamente, sin dejar de lado la ampliación de coberturas para la educación técnica y universitaria.
3.La inclusión laboral. Este es uno de los puntos por los cuales creo firmemente que el país no estaba preparado para el bono demográfico; no se pensó nunca en que tal cantidad de personas podrían demandar trabajo en este espacio de tiempo. Es importante cuestionar el tema de la informalidad laboral, la creación de empleo digno es la base de la pirámide para mejorar el tema de la seguridad social en Colombia. Es importante entonces la creación de empleos de emergencia DIGNOS y que la carga final no sea para el joven. Sólo basta recordar la reacción de los jóvenes en Francia cuando pasó una muy mal elaborada ley del primer empleo.
4.Seguridad social. Es muy importante que la población joven tenga acceso a salud de calidad que permita que puedan ser cubiertas sus necesidades y, sobre todo, en la que exista justicia. Pero para que en unos años no exista esa explosión social es muy importante realizar una reforma estructural del sistema de pensiones para que cuando esta generación del bono demográfico entre a la tercera edad no tengamos una crisis.
5.Por último, y como aspecto fundamental, es necesario tener una institución gubernamental fuerte que pueda coordinar que todos los puntos anteriores sean cumplidos por los diferentes ministerios, Colombia Joven como Programa de la Vicepresidencia de la República, sin capacidad presupuestal ni de coordinación, ha fallado y es necesario replantearla.
Por otro lado, este bono también puede convertirse en un problema en el hoy y ahora. La mayoría de población incluida en ese bono se considera joven, 14-26 años según la ley 375 de 1997, lo cual hace que exista una serie de desventajas coyunturales para las cuales no estábamos preparados y que ameritan una renovación de la Política Pública de Juventud (PPJ). Ésta debe ser integral y debe tener en cuenta las trayectorias vitales de la población joven en Colombia; al no todos compartir las mismas problemáticas, las soluciones deben ser diferenenciales y aplicables los distintos tipos de juventudes existentes en Colombia. A pesar de lo anterior, es posible hacer una lista de problemáticas más o menos compartidas por los jóvenes en general y que deben ser tomadas en cuenta como base de una nueva PPJ.
1.La inclusión social. La juventud colombiana tiene derecho a ser escuchada por los distintos actores de la sociedad en su calidad de ciudadanos. Es increíble ver como en muchas partes del país la juventud es etiquetada como inmadura, lo que le hace perder protagonismo a la hora de defender sus posiciones sobre temas trascendentales en sus vidas. Acá cabe una crítica al Estatuto de la juventud que cursa en el Congreso, las formas de organización de los jóvenes y la participación que ellos buscan en la sociedad son tan variadas que no pueden resumirse a consejos locales, departamentales y nacionales de juventud, que no tienen poder de decisión y que terminan siendo espacios formales no priorizados por los jóvenes.
2.Educación de calidad. Los jóvenes merecen entrar a sistemas educativos que les permitan construir un mejor futuro. El país ha avanzado en la cobertura de educación primaria y secundaria, pero se ha dejado de lado la calidad de ésta la cual debe asegurarse rápidamente, sin dejar de lado la ampliación de coberturas para la educación técnica y universitaria.
3.La inclusión laboral. Este es uno de los puntos por los cuales creo firmemente que el país no estaba preparado para el bono demográfico; no se pensó nunca en que tal cantidad de personas podrían demandar trabajo en este espacio de tiempo. Es importante cuestionar el tema de la informalidad laboral, la creación de empleo digno es la base de la pirámide para mejorar el tema de la seguridad social en Colombia. Es importante entonces la creación de empleos de emergencia DIGNOS y que la carga final no sea para el joven. Sólo basta recordar la reacción de los jóvenes en Francia cuando pasó una muy mal elaborada ley del primer empleo.
4.Seguridad social. Es muy importante que la población joven tenga acceso a salud de calidad que permita que puedan ser cubiertas sus necesidades y, sobre todo, en la que exista justicia. Pero para que en unos años no exista esa explosión social es muy importante realizar una reforma estructural del sistema de pensiones para que cuando esta generación del bono demográfico entre a la tercera edad no tengamos una crisis.
5.Por último, y como aspecto fundamental, es necesario tener una institución gubernamental fuerte que pueda coordinar que todos los puntos anteriores sean cumplidos por los diferentes ministerios, Colombia Joven como Programa de la Vicepresidencia de la República, sin capacidad presupuestal ni de coordinación, ha fallado y es necesario replantearla.
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Raúl Escobar
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